Graduación de 2º Bachillerato. Lorena Berlanga, 2º B

Es día 21 de Mayo por la mañana y ya se nota en las clases la emoción, la alegría, los nervios, las ganas de fiesta…, ya que en pocas horas nos graduaríamos 2º de bachillerato tanto diurno como nocturno y el Ciclo Medio de Informática. Se notaba de tal manera que la mitad de alumnos no estaban en clase, pero eso no es todo, ya que hubo profesores que también faltaron.

Fue una tarde un poco intensa tanto para las niñas como para los niños. Empecemos por las niñas ya que ellas, como no, tienen que pasar por una peluquería para ir monas, tirarse más de una hora pintándose la cara y las uñas para ir a juego, ponerse su vestido, sus tacones de mínimo 10 cm, y los complementos que no falten. Pero eso no es lo que provoca mas nervios: el terror de las niñas es encontrarse un vestido igual que el de ellas. Ahora toca hablar de los niños: muchos de ellos, por no decir la mayoría, se ponen por primera vez un traje. Sinceramente, ganan mucho.

Pues nada. Después de los preparativos se acerca el momento de la graduación. El acto como tal fue para nosotros algo emotivo y para muchos acompañantes un tanto largo… Todo empezó un poco más tarde de lo previsto ya que siempre hay tardonas/es, pero marchó a un ritmo genial. Aquí ya se vieron los colores que se llevan esta temporada puesto que en la niñas predominaba el verde y azul eléctrico, y en los niños, la camisa morada. El temor de las chicas desapareció ya que no había vestidos iguales aunque algunos presentaban muchas similitudes… ejem.
Respecto al lugar, aunque según decían los profesores, era el idóneo casi nadie pensaba lo mismo puesto que la familia, amigos, etc… estaban un poco cansados de estar de pie las tres horas que duró el acto. Pero al final todo salió bien y ya estamos graduados!
Ahora tocaba lo mejor ya que era la hora de la cena y la fiesta. Al salón empezaron a llegar todos, compañeros, amigos, profesores, padres… Según las opiniones de muchas personas la cena debería ser solo para los que se gradúan pero yo opino que también es bonito que vengan padres, amigos... La comida en sí estuvo bien, la bebida genial y la simpatía de los camareros excepcional. Pero en verdad no necesitabas mucha atención porque todo el mundo pasaba de una mesa a otra con todo tipo de excusas: "vamos a ver a la mesa de al lado", "anda! mira quien está en allí", "vamos a brindar con…" y la más típica: "una foto para el tuenti".
Hubo un problemilla puesto que algunos de mis compañeros se quedaron sin mesa y tuvieron que montar los camareros una rápido. Algo emotivo fue lo que ocurrió a las 12 de la noche cuando empezó a sonar la canción de cumpleaños feliz que habían dedicado los de su mesa a Cristina por sus 18 años y luego, más tarde, la tarta. Habría que darle las gracias a dj Thomas por hacernos el favor.
Y ya por fin llego lo que todos estábamos esperando, la música. Todo el mundo empezó a mover el esqueleto y pasaron las horas y las horas. Eso era una pista de baile donde no se libraba ni José Miguel que estaba para ponerle un 10 en expresión corporal y no podemos olvidar la extra simpatía del director. Y qué decir de la frase más dicha por mis compañeros ``lore, lore, macu, macu… subidón´´ durante toda la noche. Nosotros/as disfrutamos como nadie, bailamos como nunca, desde lo último de reggaetón hasta las sevillanas más populares. Pero se acercaron las cuatro y pico de la mañana y la música se apagó, así es que nos tuvimos que marchar. Lo más sorprendentes es que a esas horas todavía quedaban padres…
Pero como todo, la fiesta tuvo su final… pero un final feliz que nunca vamos a olvidar!