El segundo día de estancia en Cataluña, tercero de viaje, se dedica a Port Aventura, parque temático de gran atractivo para turistas jóvenes y no tan jóvenes. Se sitúa cerca de la ciudad de Salou. Este núcleo urbano tiene su origen en el siglo VI a.C. y fue fundado por los griegos. El levante peninsular fue siempre la primera arribada de navegantes fenicios, griegos y romanos. El nombre de Salou procede del latín Salauris.
En la actualidad sus playas y Port Aventura son sus principales reclamos turísticos. El parque temático es uno de los más grandes de Europa y en sus quince años de vida ha pasado por varios propietarios. La Caixa, a través de su grupo Criteria, es uno de sus actuales dueños.
En la ciudad aún se pueden encontrar huellas del Modernismo catalán, el más importante de España, en una serie de chalets o palacetes obra de Domenech Sugranyes i Gras, discípulo de Gaudí, con quien colaboró en la construcción de la Sagrada Familia.
En cuanto al viaje, es un buen momento para entrar en contacto con el entorno pues ya son dos días. Es de suponer que en Port Aventura habrá colas interminables que permitirán al grupo conocer a otras personas, pues a buen seguro que habrá en ellas montones de estudiantes de ESO ávidos de diversión y con necesidad de descargar adrenalina y tensión acumuladas durante todo este largo y lluvioso curso. Por cierto, para el grupo de latín, adrenalina es una sustancia segregada por las glándulas suprarrenales (ad+renal). Así que paciencia y unos grados de extroversión no vendrán mal, sobre todo para quien crea que a este parque sólo se puede ir a subirse en locas atracciones que te ponen bocabajo y te calan de agua hasta los huesos.
En cualquier caso, y acabe el día como acabe, seguro que será digno de recordar durante todo el verano.
En la actualidad sus playas y Port Aventura son sus principales reclamos turísticos. El parque temático es uno de los más grandes de Europa y en sus quince años de vida ha pasado por varios propietarios. La Caixa, a través de su grupo Criteria, es uno de sus actuales dueños.
En la ciudad aún se pueden encontrar huellas del Modernismo catalán, el más importante de España, en una serie de chalets o palacetes obra de Domenech Sugranyes i Gras, discípulo de Gaudí, con quien colaboró en la construcción de la Sagrada Familia.
En cuanto al viaje, es un buen momento para entrar en contacto con el entorno pues ya son dos días. Es de suponer que en Port Aventura habrá colas interminables que permitirán al grupo conocer a otras personas, pues a buen seguro que habrá en ellas montones de estudiantes de ESO ávidos de diversión y con necesidad de descargar adrenalina y tensión acumuladas durante todo este largo y lluvioso curso. Por cierto, para el grupo de latín, adrenalina es una sustancia segregada por las glándulas suprarrenales (ad+renal). Así que paciencia y unos grados de extroversión no vendrán mal, sobre todo para quien crea que a este parque sólo se puede ir a subirse en locas atracciones que te ponen bocabajo y te calan de agua hasta los huesos.
En cualquier caso, y acabe el día como acabe, seguro que será digno de recordar durante todo el verano.
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