En este espacio, donde los protagonistas son los alumnos y alumnas del centro, tienen cabida las actividades que se desarrollan en el mismo y que no sólo complementan, sino que enriquecen las enseñanzas académicas.

jueves, 8 de abril de 2010

Viaje a Sierra Nevada. Sergio Pozo Priego, 3º C

Martes 9 de marzo; 6.35 de la mañana. Suena el despertador. Cualquiera que lea estas primeras líneas pensará: `` ¿Dónde va este loco a las 6.35?´´. Pues bien amigos, da la casualidad de que ese mismo día, los de 3º íbamos a Sierra Nevada, después de haber aplazado la fecha una vez (cosa que al principio no nos gusto a nadie, pero comprendimos que era mejor ir con buen tiempo)

Por supuesto el día de antes hay que prepararlo todo: ropa abrigada, zapatos…no demasiado rotillos, mejor para el agua (aun así vinimos empapados de pies a cabeza), buen chaquetón, y la típica mochila con comida, chuches, agua etc. Recomendadas también, llevaron algunas gafas y crema para el sol (quien nos diría que nos íbamos a quemar con la nieve). Preparado ya esto, procedes a vestirte y luego a tomar un ligero desayuno entre bostezo-parpadeo-caída de cabeza. Llegados a nuestro queridisimo, amado, soñado, trepidante instituto (todos esos adjetivos los pongo para rellenar, no os penséis los que leáis esto que lo digo de verdad). Allí todo eran caras felices, menos las que estaban apoyadas junto a la pared casi durmiendo (no sé si una cara casi durmiendo es feliz).Como es normal, empiezas a hablar de esto, lo otro, que si la ropa, la guerra de bolas etc. Llega el autobús. En ese momento, se activa el acto reflejo en todos los chicos y chicas y empieza la disputa por quién se sienta mas atrás y quién no. Esto lleva pasando desde tiempos inmemorales. Por muy poco esta vez se sentaron atrás las chicas. Como digo, empieza lo lógico: el típico chaval que se pone sus auriculares con el móvil, este juega a las cartas con el otro, las chicas se vuelven locas haciéndose fotos para colgarlas en el tuenti… vamos, lo de siempre.(maestros que leáis esto, el tuenti es una red informática en la cual chicos y chicas ponen sus fotos y puedes conversar y conocer gente nueva. Sé que no estáis mucho en nuevas tecnologías). Yo me senté al lado de mi amigo Rafa Gomero. Estuvimos hablando del viaje, de lo que íbamos a hacer allí, pasándonos fotos, juegos y videos por el móvil… lo normal. El viaje para allá fue entretenido: este se metía con el otro, uno dormía, otro grupo jugaba a las cartas, la parejita del fondo hablaba de este, el otro, el primo del otro, el hermano del vecino del amigo que pasea un perro a las 7 de la mañana…

Como es típico ya en los autobuses, también hubo ese chaval que, pobre de él, no le agradan mucho los viajes, no les sienta muy bien, y, en respuesta a esto, se le trastorna el estomago, las tripas se mueven como algo nerviosillas, hay un pequeño espasmo muscular y se echa por el orificio bucal lo que serían los jugos procedentes del estómago. Vamos, que el tío vomita poniéndolo todo perdido: pasillo, reposa pies… y dejando ese olor peculiar en el autobús. No hay que meterse con estos chavales, ya que, créanme, ellos lo pasan peor que nosotros. Yo viví la experiencia de cerca, ya que fue mi amigo Rafa a quien le toco el papel.

Poco a poco, nos dimos cuenta de que cada vez íbamos subiendo más y más y dábamos vueltas en círculo hacia arriba. Después de mucho pensarlo, reflexionarlo, y gracias a nuestra gran inteligencia nos dimos cuenta que estábamos subiendo una montaña: Sierra Nevada. Habíamos llegado.

Aquel paisaje, al menos en mi forma de verlo, es indescriptible. Mires por donde mires, todo blanco, todo cubierto por un manto de suave y a veces espesa nieve blanca, todo precioso.Cuando por fin paramos, y pudimos tocar suelo y coger los primero puñados de nieve, fue una sensación estupenda, mas sabiendo que en Montilla solo había nevado dos veces.

Como es natural, los chavales empezaron a coger bolas, tirárselas los unos a los otros… empezaron a disfrutar de la nieve. Estábamos altísimos y todas las faldas de las montañas cerradas las veíamos vestidas de blanco, con esquiadores (parecían hormigas) descendiendo por ellas. Todo precioso, todo perfecto. Nos acompañaron unos instructores de allí: Cristian y Pepe. Al primero le prestaron especial atención las chicas, no sé por qué. Junto a ellos fuimos a nuestra priemra parada: descender en trineo. Eso es, para mi, lo mas guapo y espectacular que he hecho hasta ahora. De acuerdo que una vez allí salimos como si nos hubieran pegado dos palizas seguías, pero valió la pena. Estábamos en una pequeña colina y desde allí nos teníamos que tirar. Nosotros no nos tiramos, nosotros volamos desde allí. La velocidad, los nervios, las ganas de pasarlo bien, la excitación… todo se juntaba cuando te montabas en aquellos trineos y tirabas colina abajo a toda velocidad. Por supuesto, una de las cosas que mejor estaba (aunque parezca raro) eran las caídas que teníamos. En ellas si te lo pasabas bien, pero que muy bien, la risa te inundaba. Después de aquello, un poco exhaustos, nos dirigimos hacia un centro de deportes al cual acudían deportistas y selecciones de países a entrenar: el C.A.R

Allí primero nos llevaron como a un cine pequeño y estuvimos viendo una pequeña presentación del sitio. Luego, nos enseñaron el lugar. A aquello, el termino grande se le quedaba chico, era grandísimo. Pistas de tenis, baloncesto, natación, fútbol… de todo. Al estar a elevada altura, el oxigeno escasea, con lo que fuerzas el cuerpo y lo ejercitas más. Estaba muy bien. Tenía rings de boxeo, pistas de cien metros, también sitio para las pértigas… enorme y muy bien distribuido.

Después de nuestra visita nos llevaron a una especie de pueblo construido nada más que para el turismo, todo bares, tiendas…Allí ya pudimos comer, y descansar un poco… quien quiso. Después de comer, dimos una vuelta por la los alrededores y empezamos como era lógico la pelea de bolas de nieve. Tuvimos poco tiempo.

Fuimos por último a hacer senderismo. Nos dejaron en mitad una montaña, nos dejaron las típicas raquetas para los pies (bueno, eso de típicas, muy típicas no eran, además, costaba mucho metértelas en los pies) y los típicos bastones para la nieve. Todo muy típico. Así, todos con el espíritu aventurero (bueno, vale diremos algunos, tampoco exageremos) empezamos nuestra travesía. Fue corta la subida, pero no os creáis que fácil, que entre los pinos, el de delante se para, el de detrás te da con el bastón, recapacitas tu si darle en la cabeza o no, le gritas al que va dos sitios por delante de ti, te alteras y todo… no fue tan fácil. Pero transcurrido poco tiempo, llegamos a nuestro destino,No os creáis que fue el pico de la montaña, jajaja, no os queda a ustedes nada, sólo llegamos a un descansillo plano que había. Allí el instructor que nos acompañaba nos dejó bajar todo lo que habíamos subido a toda velocidad. Como es normal, más de uno se metió el costalazo padre, pero como chico con honor, siguió adelante como si no hubiera pasado nada. ¿Qué creéis que hicimos a continuación? Muy bien, una pelea de bolas de nieve. Ya os vais enterando de lo que va el asunto. Es que lo llevamos en la sangre, bueno, mas bien en la ropa, la nieve la llevábamos en la ropa. Ya, después de esto, para disgusto de muchos, sí nos tuvimos que ir. Pero antes, el instructor Cristian, a la vez que nos llamaba para meternos en el autobús, nos daba unos diplomas (parecían sacados de los chinos, pero diplomas eran). Lo raro de esto es que cada vez que llamaba a alguien emitía unos raros sonidos, extraños gritos. No sabemos por qué lo hizo. Misterios inexplicables.

Aquí acabó nuestra excursión, ya que una vez subidos al autobús nos dirigimos finalmente para Montilla, y Montilla ya la tenemos muy vista. En el autobús se volvió a producir el fenómeno preadolescente, pero esta vez a mi buen amigo Rafa no le bailaron las tripas (las tendría durmiendo, digo yo). Y hasta aquí nuestra peculiar aventura. No espero que os haya gustado, ya que la he escrito en cierto modo obligado por Paqui, pero al menos me he entretenido, he recordado una buena aventura, y además he podido hablar por el Messenger con la excusa del trabajo, jajaja. Que lo paséis bien.


2 comentarios:

Paca Bascón dijo...

Vaya, algunas obligaciones veo que son divertidas porque te lo has pasado muy bien recordando

jesus jimenez dijo...

Enhorabuena por tu crónica. Muy descriptiva.

Jesús

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